Capítulo 22: Te mataré
“Oh… ¿Eh?”.
Desperté.
Además, ¿El tiempo ha sido rebobinado?
“Maldita sea, qué demonios debería hacer…”. Murmuré, pero no podía pensar en ninguna buena idea.
Vamos a resolverlo por el momento.
Usé el primer círculo de teletransportación para encontrarme con Ageha sellada. Cuando se rompió el sello, fui asesinado por las manos de alguien en forma de Ageha.
Si usas el segundo círculo de teletransportación, serás asesinado inútilmente por la vampiresa Judith.
Más allá del tercer círculo de teletransportación está una Espada negra, la [Espada parásita]. Cuando la usas, con el poder de dicha espada, puedes avanzar a las profundidades de la mazmorra. Sin embargo, luego posiblemente serás asesinado por la vampiresa Judith.
Bueno, no tienes más remedio que elegir la tercera ruta.
¿A qué debería aspirar? Con la ayuda de la Espada parásita, atraviesa la mazmorra y lucha contra la vampiresa Judith con tus propias manos.
¿Qué debo hacer para que eso suceda?
“Es extremadamente peligroso que la tengas; parasita a las personas y crece comiendo monstruos”.
De repente, recordé las palabras que la vampiresa Judith había pronunciado.
En otras palabras, cuantos más monstruos derrota la Espada parásita, más crece. En otras palabras, para cuando vuelvas a ver a Judith, matarás a muchos monstruos y los harás crecer hasta el límite.
Si lo haces, es posible que puedas matar a la vampiresa Judith.
Decidí en mi mente y me apresuré de todos modos.
“Huh… *Ash*… Eh…”.
Corrí para llegar al lugar donde estaba colocada la Espada parásita, por lo que mi respiración se alteró.
Saqué la Espada parásita sin dudarlo.
“Ahh ¡Oh!”.
El dolor intenso golpea todo mi cuerpo.
Simplemente mantenerse inconsciente y desmayarse es una pérdida de tiempo.
Entonces, intenté soportar el dolor intenso.
Pero no pude soportarlo y perdí el conocimiento.
“Huh … ¡Cuánto tiempo he estado durmiendo!”.
Me levanté.
Ya, mi brazo derecho estaba deformado y parasitado por la espada.
“Maldita sea, he perdido mi tiempo”.
Dicho esto, no tenía sentido lamentarlo.
Incluso ahora, tengo que darme prisa.
Con eso en mente, arrastré mi espada a la parte profunda de la mazmorra.
A partir de entonces, las cosas iban bien.
La última vez, me tomé mi tiempo para explorar la mazmorra, con descansos intermedios, pero esta vez lo evitaré y simplemente correré hacia adelante.
“Huh… Finalmente, ¿Lo logré …?”.
Después de docenas de horas, llegué a un callejón sin salida.
Mi fatiga ya está en su apogeo.
La erosión de la Espada parásita ya ha alcanzado la mitad de mi cuerpo.
La última vez, después de pasar por este círculo de teletransportación, la vampiresa Judith me estaba esperando.
Esperaba que no pasase tal cosa, pero use el círculo de teletransportación.
“No lo creo…”.
Mire más allá del equipo de transferencia.
Entonces la vampiresa Judith no se encontraba por ninguna parte.
Parece que fue un éxito el llegar aquí más de 5 horas antes que la última vez.
Ahora, profundizaré.
Si profundizas, puedes luchar contra más monstruos.
Antes de que me diese cuenta, me encontraré con una horda de monstruos.
“Bien, te los comerás a todos”.
Luego, usé a la Espada parásita para abatir hordas de monstruos.
Desde la mitad, mi conciencia estaba borrosa y no recordaba bien. Aun así, la Espada parásita se movía sola y derrotaba a los monstruos.
Cada vez que derrotaba a un monstruo, la sangre salpicaba y la espada crecía más y más. Mi cuerpo se estaba erosionando gradualmente.
“Oh, has crecido mucho, y va a ser un poco dificultoso el vencerte”.
¿Oh…?
Tengo la visión borrosa.
De alguna manera sentí que la vampiresa Judith se encontraba frente a mí.
“Ah, parece que la conciencia del cuerpo principal ya ha sido consumida”.
¿Está secuestrada mi conciencia?
… ¿De qué demonios estás hablando?
“Bueno, está bien, no cambia el hecho de que se trata de matar”.
Dicho esto, Judith coagula el sangrado formado al arrancar su brazo izquierdo con su brazo derecho para crear la [Gran Espada Carmesí].
“Ji, ji, entonces, te mataré”.
No recuerdo mucho de eso.
Cuando desperté, estaba en la habitación donde estaba el [Cofre del tesoro].
Sí, me mató.
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